A la versh, Hey Banco.

¿Qué rollo estimado e incógnito lector? ¿Cómo te va, bien? Hoy voy a compartir contigo una mini crónica de cómo es que he decidido romper con mi tarjeta de crédito del banco Hey. Tal vez ni sabías que existía o sí, pero no te daba confianza al ser un banco en segunda o tercera fila (comparado contra otras instituciones bancarías de gran presencia en el país), sin embargo, permíteme resumirte así en corto que este banco significaba una gran alternativa a las tarjetas de crédito y es que sus beneficios eran bastante atractivos, al no cobrar anualidad y tener un CAT de lo más bajo y aunado a eso un buen programa de cash-back (o sea que te regresan dinero real por tus compras) la hacía una alternativa super chingona a las tradicionales y gandallas tarjetas de crédito corrientes.

¿Pero, qué paso?

Todo marchaba bien hasta que un 20 de octubre el banco Hey anunció a través de sus redes sociales que nos iban a sorprender con "mejores beneficios" y cito: "les queremos dar más! Estamos a punto de elevar su experiencia a un nivel completamente nuevo". Lo cual llamó mucho la atención de todos aquellos clientes que tenemos dicha tarjeta y la neta es que creo bastante expectativa.

¿Cuál fue la sorpresa? Que lo que anunciaron es que iban a lanzar un programa de membresías para ofrecer estas experiencias y te comparto las opciones que lanzaron:

¿Hey Pro?

A primera vista se veía atractivo el esquema de membresías, aunque el requisito de pagar ya lo vuelve una gandalles, wey hoy en día para todo hay que pagar membresías: plataformas digitales, renta del celular, teléfono, etc., y se supone que uno de los principales beneficios de esta tarjeta de crédito era no tener anualidad (que desde mi punto de vista, aunque no se llama "anualidad", la membresía es un sinónimo de ello). ¡Ya que leí esta barbaridad lo primero que hice fue meterme a mi aplicación para revisar el tema y OMG! me recibió este mensaje de terror:

Para aquellos usuarios que cada mes cumplíamos con los requisitos para ser "Hey pro" (y que accedieras a la mayoría de estos beneficios) este programa de membresías chafas nos vino a romper todo el esquema de atracción de este banco, en corto lo que ya teníamos por cumplir cada mes sus requisitos, ahora no lo quitaban y al contrario te iban a meter el chile con $185 pesotes al mes para disfrutar de lo que ya tenías (wey ¿Qué onda con la unidad de negocios del banco? ¡Pinche estrategia de la versh!). Por supuesto que en redes sociales les llovió de todo y mucha banda se quejó de esta cochinada, pero pues a lo visto al banco le valió tres hectáreas de riata y no ha hecho más que desactivar los comentarios en sus redes sociales para que lo "haters" como yo ya no les hagamos berrinche.

¿Qué sigue?

En fin, para no hacértela más larga al igual que muchos voy a cancelar la tarjeta a manera de inconformidad ante esta gandalles y al mismo tiempo te voy a compartir algunas alternativas ya existentes que te dan igual o más beneficios que anuncia Hey con su membresía más cara, así que vamos a lo bueno (que a eso también vienes a este blog, y no solo a chismear) y solo me enfocaré en las que para mí son las más importantes:

• Mega Fan ($185 mensuales o $2,220 anuales).
• 12% de rendimiento anual en Inversión Hey a 28 días y 10% a 7 días.
• Alternativa. Klar (SOFIPO). 12% anual a 30 días. 11% anual a 7 días. ¡Y no pagas membresías chafas!
•  Alternativa. Cetes. 11.09% anual a 30 días.
• 1% de recompensas en efectivo en todas las compras con Tarjeta de Crédito Hey y 1% con tarjeta virtual en estos comercios.
•  Alternativa. Plata card. 5% de Cashback en hasta 4 categorías que elijas. Posibilidad de elegir 1% de Cashback en todas las compras. 
• Alternativa. HSBC 2Now. Recibe 2% de tus compras en Saldo HSBC 2Now1 en tu misma tarjeta.

Como constantemente predico, lo anterior no es una recomendación de inversión, es información que te comparto para que tú hagas un poco de tarea y determines cual es la mejor opción para tu dinero. Alternativas hay, solo es cuestión de buscarle un poco y así hacer valer nuestro dinero. 

¡Ahí nos vidrios!